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miércoles, enero 06, 2016

Propósitos para el 2016 y demás obligaciones auto-impuestas

Hace tiempo que no escribo, el porqué casi merecería una entrada aparte, de esas que tengo perfectamente planificadas en mi cabeza y que luego nunca escribo. Así que hoy os escribo un post sincero sin florituras sobre mis planes y obligaciones autoimpuestas para el 2016, para que cuando llegue el 2017 podáis echarme en cara tranquilamente que no he hecho todo esto que os voy a contar ahora.

Pero antes, un pequeño momento remember (los que me conocéis ya sabéis que no es por presumir de C2, es que recurro al inglés porque mi cerebro decide que es más fácil recordar "remember" que su alternativa en español...). Me desvío. Desde tiempos inmemorables (en verdad, creo que desde era una adolescente incomprendida), he hecho una lista de deseos para el año que viene, y previa a esta lista una entrada en mi blog o en mi diario (que si, que tenía un diario, y no me miréis así, que seguro que si érais una adolescente de los 90 teníais uno con un pequeño y ridículo candado...). La cosa es que este año ni hice post sobre el 2015 (habría sido un libro, pero creo que lo haré, cuando ya no toque, a mitad del 2016 o así), ni lista de deseos ni nada. De hecho, en momento clave de las uvas me di cuenta de que casi de forma inconsciente estaba pidiendo cosas para el 2016*, y algunas de estas (otras no os las voy a contar, churreteros!) son las que detallo a continuación, el orden es random, perdón....aleatorio:

- Cuidarme un poquito más. Empecé (y sigo) el año con un resfriado terrible que me ha dejado ronca varios días (¡mi chico está encantado!), y dermatitis no mejora (esto da también para otro post). Conclusión: hay que cuidarse, y quererse.

- Correr (véase que no he dicho running). Hace unos meses completé mi primera carrera de 5K (vale, que sé que es poco, pero era "mi primerito día") y escribí un post sobre ello que nunca llegué a publicar (ni a terminar). La sensación fue increíble así que este año quiero doblar (10K), y me gustaría algún día correr una media maratón (21K!).

- Escribir. Y mira que hay cierta "mancha" (que fue como llama mi sobrina a mi tattoo) que me recuerda que eso es algo que no puedo dejar...

- Desconectar un poco de las redes sociales. Es algo que me ronda la cabeza desde hace un tiempo y que luego nunca hago. Pero lo cierto es que ahora es todo postureo en las redes, y realmente si alguien te quiere y quiere hablar contigo tiene muchas más maneras de ponerse en contacto contigo que no sean las redes sociales...

- Estar un poco más pendiente de mis amigos. Soy una amiga pésima. Mi capacidad de retención de datos es nula para cumpleaños y ciertos datos, y no suelo estar encima de la gente porque pienso que sería un agobio. Pero es cierto que podría hacer un poco más por preocuparme de mis amigos, y no siempre lo hago. Siempre pienso que están bien y que cada uno tiene su vida y no pasa nada.  Hasta que pasa.

- Tomarme con más calma el tema de la limpieza y el orden. Ay, ¿cuantas conversaciones habré tenido sobre este tema con mi amigo D. en el 2015 sobre este tema? Vale, admito que tengo un problema...creo que tengo una personalidad obsesiva compulsiva. Todo tiene su sitio, y tiene que estar ahí.... Pues ahora hemos adoptado a un gato y... sigo teniendo un problema, y además un gato precioso. Es algo que no sé muy bien como afrontar...quizás deba ser un problema para...¡la futura Maggie! Un mantra que repito mucho últimamente.

- Y mi último y más difícil de cumplir es.... (-¿cómo que hago un uso abusivo de los puntos suspensivos? ¡Intento darle emoción e intriga a mi post!-)... ¡tener menos cosas! El otro día me di cuenta de que he he vivido en la friolera de 10 sitios distintos...sí, 10 con sus 10 mudanzas. Y tengo cosas mías en casa de mis padres y aquí en mi palacete de Chamberí (lo de palacete es irónico) y tengo cada vez más cosas: apuntes, libros, discos, ropa, tonterías varias, no sé di algo y seguro que tengo de eso. Y también tengo muchos cojines. ¿Cómo voy a reducir el número de cosas que tengo? Pues es algo que aún no sé. Quizás debería vender algunas (¿a alguien le interesa una funda de guitarra rígida para una 335? Me sobra una), deshacerme de otras y regalar otras tantas.... Sobre este tema agradecería vuestro asesoramiento.

También podría añadir como propósito leer más, ver más pelis (ya veo muchas anyway). Pero creo que esto es ya es mucho por cumplir.

Y para dejados con buen sabor de boca, uno de mis dibujantes favoritos actualmente (y no muy conocido) Grant Snider.

lunes, noviembre 02, 2015

Autobús

Cuando él se subió al autobus no pude evitar mirarle. Vestía entero de negro y llevaba una gabardina color camel, un clásico moderno, pensé yo. Además llevaba una ridícula perilla perfectamente cuidada. Intenté no mirarlo demasiado aunque lo cierto es que llamaba la atención.

Seguía en mi mundo cuando ella subió. Torpemente se sentó al lado de él. Con una mano sujetaba el móvil y la chaqueta negra de cuero mientras que con la otra guardaba el abono en el bolso. Tiene la tez blanca y los labios pintados de un color rojo casi púrpura.

Él la miró, ella lo miró a el. Sonrieron.

Los observaba curiosa, expectante de que uno de los dos se lanzara a la acción.

Él volvió a mirarla a ella, ella le devolvió la mirada, y la sonrisa.

Tras varias miraditas y sonrisas adolescentes él le contó el chiste. Yo desde mi puesto de observadora, más bien stalker disimulé mi frustración por no haber podido escuchar lo que el chico había dicho para romper el hielo.

- Es un chiste - sonrió él.
- Es terrible... - dijo ella, girándose levemente hacia él.

Empezaron a hablar pero el ruido en el autobús aumento conforme me acercaba a mi parada y me fue imposible oír como seguía la conversación.

Seguían hablando y lanzándose ese tipo de miradas pavas y predecibles cuando pasé por delante en mi camino hacia la puerta, mi parada era Atocha.

Y aquí termina mi historia, es una historia real para la que no tengo final. Había imaginado una final ñoño, ambos de bajan del bus y se besan en uno de esos rincones tan románticos de Madrid...pero entonces sería un final cursi y predecible. No sé que pasó con ellos, si volverán a verse o dejaron ese viaje de autobús como una bonita anécdota de un sábado por la mañana.

Lo que si que es cierto es que al día siguiente, volví a verlo a él. Misma gabardina y misma perilla ridícula, no cabía duda.

Iba con otra.



lunes, septiembre 08, 2014

Libreta de viajes



Todo empezó en 2010, se me ocurrió comprar una libreta de Muji en uno de mis viajes a Madrid (por aquel entonces yo vivía en Granada). Hablamos de 2009-2010. Siempre me han encantado los productos de esta marca por la simplicidad de su diseño y la compré sin un propósito específico.
De adolescente, he de admitirlo, tenía un diario. De estos típicos con la llave falsa (se podían abrir con una horquilla), y algo ya más mayorcita, en mis años de universitaria tuve otro diario. Esta vez en el ordenador. Como forma de desahogo que no implicase horas de monólogo con los amigos (entonces los blogs no eran tan famosos), o esa es mi excusa. Y con el desarrollo de las nuevas tecnologías pude hasta ponerle contraseña a aquel penoso archivo con pensamientos aleatorios en inglés y español...tan buena era la contraseña que soy incapaz de recordarla. Con el paso del tiempo la olvidé y acabé borrando el archivo que contenía todos esos pensamientos.

Pero sí que me di cuenta de algo, necesitaba seguir escribiendo. Aunque fuera en otro formato. Y sobretodo era cuando viajaba cuando más sentía esa necesidad de volcar cierta información. Así que cuando en mayo del 2010 me fui de viaje a Irlanda con Blanca, Rocío y Sandra se me ocurrió utilizar la libreta para tomar notas sobre el viaje, y escribir cualquier cosa que necesitase. Así empezó la idea: unas cuentas notas sobre como llegar del aeropuerto de Dublín a el albergue, los sitios más relevantes de Dublín y alguna nota más.
Foto de la página 4. Sitios que quería visitar en Dublín.  Entre toda esa información hay una nota a la derecha en la que pone "Dios inventó al alcohol para que los irlandeses no dominaran el mundo"




Pero empezé a escribir. Comenzó siendo una buena idea para poder recordar todo lo que hicimos en ese viaje de una semana, con un poco más de detalle, y al principio como un poco de desahogo. Pero cada vez la fui orientando más a los viajes. A mi llegada a casa pegaba los tickets y facturas de lo que había comprado, y de los medios de transporte, de manera que si volvía al sitio fuera más sencillo moverse y no cometer errores de turista novato (algo, que personalmente odio, parecer turista y encima un turista "novato"). Aún así, la libreta mantuvo su matiz personal, ya que no sólo pegaba tickets o mapas, sino que describía con detalle donde iba, como o lo que me había parecido el sitio en cuestión.

"...ha merecido la pena" Tickets de la visita a Sintra. Viaje a Lisboa 2011
La libreta, en un principio fina y elegante acabó hinchada, llena de experiencias, y atada por una goma del pelo. No podía permanecer cerrada con tanta información.

Y con las mismas ganas con las que escribí esta primera libreta estos días termino la segunda, tras mi viaje a Berlín. Otra libreta Muji terminada, atada con otra goma del pelo, con tickets, anécdotas, mapas, y mucha información dentro. Incluye los grupos que he visto en los festivales a los que he ido, un árbol genealógico tras la visita a el pueblo de mis abuelos, una postal robada de una cafetería en Camden (Londres) o la entrada a la reproducción de la cueva de Altamira.


Low Cost 2012
 
Santillana del Mar y las cuevas de Altamira
Y por supuesto habrá una tercera, quizá no tan personal, o quizá no tenga tantos tickets, pero llena de viajes.



miércoles, agosto 08, 2012

Buscando lo extraodinario

¡Caray! Hace tanto tiempo que no publicaba que blogger ha cambiado el formato, ¡y yo sin enterarme!

Hace demasiado tiempo que no escribo. Falta de tiempo, fata de ganas, falta de cosas que decir, cuando en verdad siempre hay algo que decir...elegid la escusa que más os guste, yo aún no he elegido la mía. Y es hoy, en un período de convalecencia, que me pongo a pensar...

Y es que no es sólo este blog lo que he dejado de lado, sino más cosas, y me pongo cien excusas que, en un mundo como el nuestro, no tienen sentido. Me siento que he perdido el 'mojo'. No hago versiones, no publico, no investigo... pero tengo que ponerle fin a esta desidia, o esta pereza mental o como queráis llamarlo (Espero vuestros comentarios).  Hoy comienzo...
                                 MI BÚSQUEDA DE LO EXTRAORDINARIO

Os explico. Hace unos días, hablando con varios amigos y amigas en distintas situaciones me entraron unos enormes deseos de irme a vivir fuera de nuevo. Menos mal que he logrado encontrar una explicación a tal fenómeno (la última vez que estuve viviendo un mes en Londres fue decepcionante a todos los niveles), que aunque una opción si todo se derrumba, de momento no deja de ser un deseo sin sentido. Me daba envidia porque veía que esas personas iban (o van) a hacer algo extraordinario, algo diferente, que no por ello sencillo.
Pero de esto me di cuenta después, claro.
Tenía en emprender mi búsqueda de esas pequeñas cosas extraordinarias, capaces de sacarme de lo rutinario de mi día a día. Y hoy empiezo... volviendo a escribir.