Mostrando entradas con la etiqueta redes sociales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta redes sociales. Mostrar todas las entradas

lunes, enero 19, 2015

6 grados



El mundo es un pañuelo. O al menos eso es lo que trata de demostrar la teoría de los 6 grados

de separación, que todo el mundo está conectado. Una persona puede estar conectada a

otra de cualquier parte del planeta a través de una cadena de conocidos de no más de cinco

miembros. Pongamos un ejemplo: persona X es amigo de Y, Y tiene una amiga en Inglaterra Z,

Z tiene una prima en Italia A, esa prima tiene un novio americano T, y T es muy amigo de L que

es un japonés compañero de la universidad. Prueben a hacerlo, es cierto, en unos seis “saltos”

todos estamos conectados a través de nuestros conocidos, y cuanto más gente conozcamos

más fácil será la conexión.

Esta teoría la planteó por primera vez el escritor Frigyes Karinthy en una historia corta

llamada “Chains”, y ha intentado ser demostrada en varias ocasiones con muy buenos

resultados e incluso ha dado lugar a obras de teatro y película. Esta última con Will Smith y

Donald Sutherland

Pero más curioso aún es la página web que creó la revista Time y que teniendo como base de

datos todos los datos cinematográficos de la web IMDb (Internet Movie Database), hace una

conexión entre cualquier actor y Kevin Bacon. La página web se llama “The Oracle of Bacon” y

basándose en las películas en las que aparecen ellos mismos y compañeros de reparto conecta

a dos actores dispares. Sus creadores se molestan en explicar en una sección aparte de la web

como funciona, ¡y hasta parece sencillo!

Si es que al final el mundo es un pañuelo.

martes, noviembre 18, 2014

El león no es tan fiero como lo pintan

El león no es tan feo como el "lo pintan". O algo así dice el chiste -bastante malo por cierto- inspirado en el refrán. Pero la realidad ahora no es tan bonita o maravillosa como nos hacen creer. 

En el mundo actual nos empeñamos en mostrar siempre lo que creemos es nuestra mejor cara, pero no hacemos más que engañar a los demás; y peor aún, engañarnos a nosotros mismos. 
Mostramos sólo una máscara a los que nos rodean, y las redes sociales,  y especialmente Facebook, se ocupan de “mimetizarnos" con esa máscara, de manera que no seamos capaces de distinguir la realidad de como somos, de la farsa de lo que aparentamos ser. 

Al ponernos esta máscara y creernos que esa es nuestra verdad nos creemos con derecho a mirar por encima del hombro a todo aquel o aquella que se muestra como es (También los hay, no abundan), a creemos superiores sin razón alguna. Lo cual parecer ser, por desgracia, el hype actual: o te crees ser mejor que alguien, o aparentas creerte mejor. Y por ente tratar al resto del mundo como súbditos que no merecen tu respeto. Quizás mis palabras os suenen exageradas, pero seguro que si os paráis a pensar encontraréis alguien así a vuestro alrededor. 

Puedo decir que NO tengo fotos de las mejores fiestas, o de mis mejores momentos. Las redes sociales, crean una realidad alternativa, totalmente distinta a la realidad. No mejorada, no, me habéis leído bien. Totalmente distinta. En esa realidad todo aquel que no muestra lo bien que se lo pasa demuestra no ser tan popular, o “cool”. Si estas posando para una foto hay algo que te estas perdiendo. Y digo esto siendo una persona a la que le encantan las fotos y que continuamente sube fotos a Facebook, Instagram, Twitter o todo a la vez. Pero no penséis que soy una hipócrita por decir esto. Soy consciente de lo que me pierdo (parte de una conversación o parte de una canción, o de simplemente vivir un poco el momento) al tomar la foto o al aparecer en ella. Tampoco me entendáis mal. Como he dicho antes me gustan las fotos, pero no el postureo.

Os pondré un ejemplo práctico. Hace un tiempo, un sábado cualquiera con los amigos. Bebiendo y escuchando música. No fue una noche mala, aunque tampoco especialmente legendaria. Al levantarme y coger el móvil descubrí unas cuantas fotos de la noche en las que, para mi sorpresa, parecía que todo el mundo había pasado “the time of their lives”, o una gran noche. Era todo mentira, porque se veía que al posar para hacer la foto todo el mundo había dejado de hacer lo que estaba haciendo (normalmente, hablar con tus colegas) para posar “como si no hubiera un mañana”. Me impactó profundamente ver esas fotos, me dio mucho que pensar. Y además, ¡yo no salía en ninguna de esas fotos!

El problema viene cuando esa máscara cae, cuando descubres al lobo disfrazado de abuela, o cuando descubres (seamos sinceros, para tu alivio y satisfacción personal) que las vidas de los demás son tan aburridas o decepcionantes como la tuya, quizás incluso más, lo cual explicaría el porqué de sus máscaras. Olvidad que he utilizado la palabra “problema”, no es un problema el hecho de que la máscara caiga y descubra como verdaderamente somos y no como creemos, o queremos ser. Es la verdadera solución, el hecho de que como humanos erramos, y aunque no queramos acabamos mostrándonos como verdaderamente somos.