Todo empezó en 2010, se me ocurrió comprar una libreta de Muji en uno de mis viajes a Madrid (por aquel entonces yo vivía en Granada). Hablamos de 2009-2010. Siempre me han encantado los productos de esta marca por la simplicidad de su diseño y la compré sin un propósito específico.
De adolescente, he de admitirlo, tenía un diario. De estos típicos con la llave falsa (se podían abrir con una horquilla), y algo ya más mayorcita, en mis años de universitaria tuve otro diario. Esta vez en el ordenador. Como forma de desahogo que no implicase horas de monólogo con los amigos (entonces los blogs no eran tan famosos), o esa es mi excusa. Y con el desarrollo de las nuevas tecnologías pude hasta ponerle contraseña a aquel penoso archivo con pensamientos aleatorios en inglés y español...tan buena era la contraseña que soy incapaz de recordarla. Con el paso del tiempo la olvidé y acabé borrando el archivo que contenía todos esos pensamientos.
Pero sí que me di cuenta de algo, necesitaba seguir escribiendo. Aunque fuera en otro formato. Y sobretodo era cuando viajaba cuando más sentía esa necesidad de volcar cierta información. Así que cuando en mayo del 2010 me fui de viaje a Irlanda con Blanca, Rocío y Sandra se me ocurrió utilizar la libreta para tomar notas sobre el viaje, y escribir cualquier cosa que necesitase. Así empezó la idea: unas cuentas notas sobre como llegar del aeropuerto de Dublín a el albergue, los sitios más relevantes de Dublín y alguna nota más.
Foto de la página 4. Sitios que quería visitar en Dublín. Entre toda esa información hay una nota a la derecha en la que pone "Dios inventó al alcohol para que los irlandeses no dominaran el mundo" |
Pero empezé a escribir. Comenzó siendo una buena idea para poder recordar todo lo que hicimos en ese viaje de una semana, con un poco más de detalle, y al principio como un poco de desahogo. Pero cada vez la fui orientando más a los viajes. A mi llegada a casa pegaba los tickets y facturas de lo que había comprado, y de los medios de transporte, de manera que si volvía al sitio fuera más sencillo moverse y no cometer errores de turista novato (algo, que personalmente odio, parecer turista y encima un turista "novato"). Aún así, la libreta mantuvo su matiz personal, ya que no sólo pegaba tickets o mapas, sino que describía con detalle donde iba, como o lo que me había parecido el sitio en cuestión.
"...ha merecido la pena" Tickets de la visita a Sintra. Viaje a Lisboa 2011 |
Y con las mismas ganas con las que escribí esta primera libreta estos días termino la segunda, tras mi viaje a Berlín. Otra libreta Muji terminada, atada con otra goma del pelo, con tickets, anécdotas, mapas, y mucha información dentro. Incluye los grupos que he visto en los festivales a los que he ido, un árbol genealógico tras la visita a el pueblo de mis abuelos, una postal robada de una cafetería en Camden (Londres) o la entrada a la reproducción de la cueva de Altamira.
Low Cost 2012 |
Santillana del Mar y las cuevas de Altamira |