sábado, febrero 13, 2010

Preguntas sin respuesta

Me miro en el espejo, una toalla cubre mi cuerpo, me miro. No soy deforme, no estoy gorda, no soy fea, ni siquiera un poco. Entonces, ¿por qué? Me retiro el termómetro, tengo fiebre. Fiebre del sábado noche. Lástima que nadie esté para reirse con un chiste tan malo. Recuerdo. Recuerdos de hace un año revolotean por mi cabeza. Estoy sola con mi música. Noto el paso del tiempo, me siento de pronto muy vieja, como si en los últimos meses hubiera envejecido de pronto. Sé quien soy, lo que espero de algunas cosas, de lo que soy capaz, de lo que era capaz, pero sigo sin encontrar una explicación a muchas cosas.
Me siento utilizada, menospreciada, a pesar de haber dado todo lo que podía. En fechas como la de hoy no paro de preguntarme: ¿por qué?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Porque la vida son altibajos, y los alti- no serían tan buenos si no existiesen los -bajos :¬)