lunes, febrero 15, 2010

Momento click

¿No habéis tenido nunca uno de esos momentos en los que alguna tontería os mueve algo por dentro y os provoca una reacción desmesurada? Lo acabo de bautizar como momento click.
Veamos un ejemplo:
Hoy comprando en un hipermercado (no quiero hacer publicidad) encontré un queso inglés: Wensleydale with Blueberries. Wensleydale with blueberries!!! Mis ojos se han llenado por un instante de lágrimas en una mezcla de júbilo (porque me encanta ese queso), tristeza y melancolía (ya que lo descubrí este verano en Londres). A mi mente he venido un imagen muy clara del excéntrico frigorífico de Elaine (la casera), con el queso con arándanos dentro.
Un momento click, me he comprado el queso.

sábado, febrero 13, 2010

Preguntas sin respuesta

Me miro en el espejo, una toalla cubre mi cuerpo, me miro. No soy deforme, no estoy gorda, no soy fea, ni siquiera un poco. Entonces, ¿por qué? Me retiro el termómetro, tengo fiebre. Fiebre del sábado noche. Lástima que nadie esté para reirse con un chiste tan malo. Recuerdo. Recuerdos de hace un año revolotean por mi cabeza. Estoy sola con mi música. Noto el paso del tiempo, me siento de pronto muy vieja, como si en los últimos meses hubiera envejecido de pronto. Sé quien soy, lo que espero de algunas cosas, de lo que soy capaz, de lo que era capaz, pero sigo sin encontrar una explicación a muchas cosas.
Me siento utilizada, menospreciada, a pesar de haber dado todo lo que podía. En fechas como la de hoy no paro de preguntarme: ¿por qué?

miércoles, enero 27, 2010

Hoy estoy rota, tengo un día pésimo. Pero no es eso lo que quiero compartir, por eso y aunque esta historia tiene muchas versiones (yo ya he escuchado varias), hoy os cuento la que yo escuché. disfrutadla.
La mejor historia del mundo
Hace un tiempo, durante una clase muy aburrida de Literatura Inglesa II (si no recuerdo mal) el profesor, irlandés hasta la médula, rosáceo y muy serio, decidió contarnos una historia que le había pasado a un amigo suyo escritor.
El amigo en cuestión había escrito muchos relatos cortos y novelas que habían pasado desapercibidas por el gran público, aún así seguía escribiendo en busca de la idea genial que lo lanzara a la fama.
Una noche, en el momento antes de reunirse con Morfeo y caer en un profundo sueño tuvo una idea magnífica, era la idea que le daría el Nobel de literatura, era... se fue. Se quedó dormido y a la mañana siguiente no logró recordar nada. La noche siguiente intentó relajarse, en busca de aquella historia que había rozado su mente la noche anterior, pero de nuevo volvió a quedarse dormido. Angustiado por no recordarla decidió dejar una libreta y un boli en la mesita de noche, lo más cerca posible de la cama, para que en el momento que aquella historia rozara lo más leve su parte consciente pudiera ponerla por escrito, y recordarla a la mañana siguiente. Y así ocurrió, en los momento previos a quedarse dormido aquella idea volvió a su mente. Cogió la libreta a oscuras, escribió lo que su cansancio (y la oscuridad) le permitió, y con la sensación del deber cumplido se quedó dormido.
A la mañana siguiente se despertó ilusionado, deseando recordar aquella maravillosa historia que por fin ahora podría plasmar. En la libreta sólo había escrita una línea:
"Boy meets girl"