martes, julio 08, 2014

Baby's in Black




"-Vamos escupe, ¿qué te pasa?
- Estoy un poco depre.
- ¿Y eso?
- No lo sé, ¿tiene que haber una razón?"

¿Necesitamos una razón par razón para estar tristes? ¿Podemos estar tristes un día (o dos, o los que sean) sin una razón concreta? Y lo que es más importante, bajo mi punto de vista, ¿está bien estar mal?
Creo que tenemos un concepto equivocado de la felicidad, pero también de la tristeza. Como bien dice mi querido Iván (Ferreiro) "tengo mi trsiteza siempre ahí, escondida, poniéndose guapa" y todos tenemos momentos de melancolía, tristeza o frustación, inevitables en nuestro día a día. El problema es que siempre llega alguien y te dice: "¡Venga anímate!" y no es tan sencillo. Quizás yo no quiero animarme ahora mismo, quizás no puedo hacerlo -de una forma sencilla-

Yo defiendo, y tachadme de pesimista o de lo que queraís, el derecho a estar triste, a sentirte mal.
No me malinterpretéis, no soy emo, y hay espacio y tiempo para todo. Dicho esto, soy muy fan de los "motivators". Memes motivadores, frases motivadoras, refrases, citas... Sabéis que me encanta Mr.Wonderful y sus produtos buen rolleros PERO también me gusta estar triste de vez en cuando, sin razón aparente, y no animarme y escuchar canciones de Iván (como Me Toca Tirar), Travis (y no me refiero a Flowers in the Window), My Bloody Valentine, McEnroe o alguna de Neuman.

Así que melancólicos del mundo, unios a mí, y defendamos nuestro derecho a estar mal, a escuchar música triste a todo trapo en el metro (¡con los cascos puestos, por favor!), a decirle a todo aquel que te diga "Anímate" un sonoro: "No me da la gana" y cuando nos pregunten qué nos pasa, poder contestar un "no los sé" y seguir la conversación como si no pasara nada.


miércoles, junio 25, 2014

Daydreaming

A famous writer once said that daydreamers make good writers, so I guess I must be a brilliant writer... Daydreaming is all I do.

Have you seen 'The Secret Life of Walter Mitty', I saw not no long ago and I enjoyed seeing someone living and daydreaming constantly - and in such an amazing fashion- living unexpected situations (well, sometimes imagining them) and being cool and inspiring when noone was looking. I won't tell you the full movie, but it's a recurring topic in some alternative films. It made for an hilariously funny scene in 'High Fidelity' and in '500 Days of Summer' when Joseph gordon-Levitt compares his idealization of a party with reality. Probably this is so because scripwriters daydream too.

I don't know when it started, but I remember been bullied at school and imagining myself coping with those situations differently and, of course, with a very different outcome. Worse is, I still do that. I imagine myself reacting and behaving otherwise, to discover that the my actual demeanour was dissapointing: the dream was way much better though...not real.

I daydream when I'm in bed, just before getting up, when I'm surfing the web, when I'm in the shower, when I'm cooking; but especially, when I'm commuting or travelling. A journey is a perfect excuse to daydream. On my daily 45min. commute I imagine three variations of the same 'scene',this so-called 'scene' could be any situation, of any duration, from absolutely any given context.  

Many times I have to force myself to avoid this absentmindedness, force me to stop building castles in the air. Then I start thinking of parallel realities with Maggies from different universes living the outcomes of my daydreams and....here it comes again...

Hopefully, there are a couple of scenarios where I never build a castle in Spain (funny idiom, isn't it?) or where I have a different wishful thinking: when I'm teaching and when I'm playing my guitar. Funnily enough, teaching is my element. So far, so good.

jueves, mayo 15, 2014

15 de Mayo

Nunca me fijé en ti, antes. Pero sin saber como parece que los astros se alinearon y allí estabas, con tu sonrisa semi-perfecta. Mi particular Chandler, mi Marshall linarense. Me habían hablado tanto de ti, siempre, y siempre tan bien. "Es muy tierno" me decían, "es muy gracioso" me decían también, y jamás prestaba atención. Como no, empezó con un sms. El alcohol ayudó. J.M. llevaba cosa de un mes recordándome que estabas soltero y, que casualidad, yo también. Te dio mi teléfono sin yo saberlo. Tampoco supe hasta mucho después que tú se lo habías pedido. Y un aburrido sábado, cuando estaba a punto de irme a casa me llegó el mensaje que cambiaría todo. Propio de ti, simple y conciso, me preguntabas donde estaba. Aparecí en el pub donde estabas con tus amigos, y de pronto te vi tan guapo,¡y tan indie! Te conocía desde siempre, y no sabía nada de ti.
Nos veíamos poco y mal, a escondidas, tras horas y horas de viaje en bus, nervios y esperas hasta poder vernos.
Y en lo que ahora parece muy poco tiempo, un año después de ese sms, estamos en la playa Barcelona. Está cayendo un diluvio universal, nos reímos por lo absurdo de la situación. No tengo miedo. No tengo miedo de hablar de cosas raras, de música, de historias, de filosofía, de anécdotas extrañas, podemos hablar de cualquier cosa, firmamos un pacto de sinceridad. Encontré trabajo y me mudé a Madrid, y hacíamos malabarismos para vernos, para estar juntos, y para poder vivir nos fuimos a vivir juntos. Cuando nos fuimos de aquel piso en la calle Martínez no pude sentir más que pena: fuimos muy felices allí, y aunque trabajamos a destajo, no nos gustaba el barrio, y la vecina pasaba la aspiradora a horas intempestivas, nosotros nos apretujábamos en el sofá y escuchábamos vinilos mientras hablábamos de todo. O veíamos vídeos de "Alguna Pregunta Mes?". Viajamos a Londres, y aprendiste a amar la ciudad tanto como yo lo hago, y a pesar del frío gélido, y de los agobios de la época, volvimos a querernos como si fuéramos unos tontos adolescentes. Después de eso vendrían más viajes (Oviedo, Gijón, Santander) y en muchos, no importa lo que pasase, porque tu estabas allí, porque con cada minuto descubríamos algo nuevo. Tantas experiencias en festivales y conciertos, emociones. Nos mudamos, no sin dificultades, a nuestro pequeño gran palacio en Chamberí, rodeados de castizos no dejamos de crecer.
Las cosas no siempre van bien, no somos perfectos, pero que aburrido sería ser una pareja perfecta, que poco desafiante y que poco real. Estos cuatro años han realmente existido, aunque a veces parezcan un sueño, y sólo quiero pedir...más.